La exposición más cara de mi vida

Hoy por fin hemos podido sacar a la luz nuestra exposición del Impresionismo Abstracto, presentarle a nuestros compañeros un pequeño trozo de la Escuela de Nueva York. Después de mucha tensión, frustración a causa de fallos técnicos, lloros e incluso una multa. Sí, habéis leído bien, me multaron por aparcar donde me dio la gana, por eso de ser una incompetente y tal (https://mardoneschloe.blogspot.com/2020/11/entender-aprender-dominar.html)



Pero aparte de con la cartera vacía, me quedo también con el proceso. 
Después de varias madrugadas trabajando en el OBS, llegabas un día a ensayar y las escenas o las cámaras habían desaparecido. A una semana del gran día. ¿Cómo íbamos a hacerlo con cuatro fondos cutres del zoom? Vale que seamos la generación Covid-19, pero si lo somos, lo somos bien. 
No nos rendimos y seguimos adelante. Pero llega el gran día y no se nos oye. Después de mil pruebas. No. Se. Nos. Oye. Entramos en colapso. Después de toda la mañana ensayando y terminando los toques finales no la pudimos hacer. Además Laura, Patri y Jorge se habían venido hasta mordor a la derecha (mi casa). Estábamos agotados. Solo queríamos irnos a dormir y despertar al día siguiente. 
Pero los profesores confían en nosotros y nos dan otra oportunidad. No me quiero ni imaginar la cara de disgusto que llevábamos porque no se lo tomaron tan mal, incluso confían en que esto tenía que pasar para poder hacerla perfecta. A su debido tiempo. 
Y tenían razón. 
Hoy, que ya la hemos hecho, me voy a la cama con la sensación del deber cumplido. 
Haré una segunda entrada hablando más a fondo del contenido de la exposición.
 
Si habéis llegado hasta aquí, os dejo un video del Making Of:
https://youtu.be/ffgEFw3K3CQ


Comentarios

Entradas populares de este blog

[PERSPECTIVAS EXPRESIVAS I] And we met again

Entrega final: La ciudad que descansa